Musika Eskola de Hondarribia: Espacio, lógica y política

Pero los vecinos no estaban de acuerdo. Simplemente no conocían el proyecto. No es que se haya esforzado mucho el Ayuntamiento para que la información llegara a los ciudadanos. Los pocos que lo sabían pensaban que, si nadie dice nada, por qué voy a ser yo. Y a los muy pocos que avisaron les miramos de reojo. Ya están los de siempre quejándose de todo. Tendremos que escribir 100 veces "mea culpa", porque la realidad del proyecto era aún más desproporcionada de lo que estaban avisando. Es un buen ejemplo de lo que llega a suceder cuando política y ciudadanía se viven como mundos separados. Cuando la Corporación municipal cree saber lo que quieren los ciudadanos –sin habérselo preguntado–, y cuando los ciudadanos entienden que su participación se limita a votar una vez cada cuatro años –y poner el resto del tiempo de vuelta y media al Ayuntamiento–. Para algo ha servido ya este debate. Para los siguientes proyectos el Ayuntamiento se está reuniendo con los ciudadanos afectados, para informarles y recibir sus sugerencias. Y los vecinos han reactivado Harresi, la asociación de vecinos del Casco Histórico.
Los vecinos se han organizado, y no piden la luna. Sólo piden que el edificio reduzca su exagerado volumen y que se reduzca el riesgo sobre los edificios cercanos. Eso implica reducir algo de su contenido. El salón de actos municipal que ocupa la planta baja no es imprescindible.
Hondarribia contará en breve con un auditorio para más de 400 personas en Itsas Etxea. Por supuesto que sería deseable que Musika Eskola contara con su propio auditorio, como sucederá en Astigarraga. Pero Astigarraga pone 3.500 m2 a disposición de su proyecto y nosotros sólo 556. Y tampoco es imprescindible que un edificio dedicado a la música tenga excavada en su subsuelo una sala de exposiciones. Cualquier planta del edificio recién rehabilitado en Arma Plaza podría cumplir perfectamente esta función.
Parece que reducir el tamaño del edificio es tabú. Un pecado mortal quitar algo de lo que estaba proyectado. No debe tomarse como una cesión. Tampoco los vecinos están felices con la alternativa que proponen. Reducir la profundidad de excavación de doce a ocho metros reduce el riesgo, pero es obvio que no lo elimina. Y construir el edificio agregando a los 180 m2 de la parcela original, los 375 m2 de jardín que la rodeaban, acaba con una de las pocas zonas verdes que quedaban en el interior del casco histórico. No es una alternativa que haga feliz a nadie, pero es una alternativa posibilista que busca poder llegar a un encuentro entre todos los intereses.
Musika Eskola necesita ampliar su espacio, y por eso en el capítulo de aulas supera en un 653% los requisitos del Decreto 289/1992 sobre Escuelas de Música. Y los ciudadanos necesitamos a Musika Eskola. Por eso seguirá teniendo esa misma dimensión en la alternativa vecinal. Pero también necesitamos proteger al casco histórico de intervenciones urbanísticas irreparables y de riesgos innecesarios. Tenemos que compatibilizar la formación musical de nuestros hijos con entregarles un patrimonio histórico en condiciones dignas.
Optar por un edificio aglutinador de cultura fue una buena decisión lógica y política tomada en un momento determinado para un espacio determinado. Si ahora no hay espacio suficiente, ubicar algunos elementos en otros lugares es simplemente otra decisión lógica y política igual de buena. Insistir en el planteamiento original podrá ser político –que no creo–, pero desde luego no es lógico.
Hay opiniones, respetables, que plantean que el edificio debe hacerse porque es necesario, pero no he podido encontrar voces favorables al volumen que finalmente tendrá. A ver si va a resultar al final que, estando todos en desacuerdo con el tamaño del edificio, acaba construyéndose como estaba proyectado porque se ha entrado en una inercia que ya no puede pararse. Si así sucede, costará en el futuro encontrar otra situación que empate en estupidez con ésta.
ERNESTO GOIRICELAYA - Viernes, 23 de Octubre de 2009 TRIBUNA ABIERTA/Noticias de Gipuzkoa
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